El hotel es muy bueno, cómodo, las habitaciones muy limpias. El baño de mi habitación era excelente, con una ducha gigante. El desayuno bueno y variado. El café espectacular. Los chicos de recepción muy amables, aunque no hablaban muy bien el español. No está ubicado en un sitio muy céntrico, aunque es una zona residencial muy bonita. Llegar al Vaticano es muy fácil (tram nro 19), sin embargo para llegar a la Fontana di Trevi, Pantheon, Piazza del Popolo, etc hay que caminar más de casi 2km o tomar el tram y luego un bus. De día es muy bonito, sólo hay que atravesar Villa Borghese, pero de noche cruzar el parque puede ser peligroso.