Hay dos cosas que uno se encuentra nada más entrar en Inglaterra, una mezcla de falta de hospitalidad, dudas sobre la capacidad financiera y juicios de valor sobre si vas a ser o no un inmigrante de esos que buscan trabajo. Siendo mi caso el de un simple turista que viene a visitar a una chica, me encuentro nada más llegar a la recepción a un nada simpático recepcionista que no para de repetir "your credit card, please" sin dar información alguna sobre el hotel. Él sólo quería comprobar que era capaz de pagar las 370GBP, una vez hecho esto, bye. Pero bueno, es una "superior room", y uno piensa que valdrá la pena. Y no... no la vale del todo. Una cosa es que un hotel necesite una reforma (eso va a gusto de cada uno) y otra es la dejadez. Y dejadez es lo que uno se encuentra en Best Western Swiss Cottage. Bañeras con arreglos de silicona enmohecidos, sostén de cortinas oxidados, puertas oxidadas... ¿cuánto costaría dejar esto a punto? ¿cuándo cuesta una nueva barra de aluminio con la que sostener la cortina? No, es mejor que el cliente se la encuentre oxidada, y que pague, claro. Your credit card, please. Eso es lo único por lo se que se preocupó el señor de la recepción, pues una vez me trasladé a decirle ésto dijo que lo comentara en horario de "housekeeper", aludiendo tal vez a una barrera idiomática que no era tal. Ya saben, escudos de esos que se suelen poner ante la vergüenza de la evidencia. Y por si no me creen... ¡adjunto fotos! Ah, se me olvidaba. Pusimos el cartel de "no molestar" en la puerta. Pues cada día recibimos la llamada de la señora de la housekeeper diciendo que "tenía que irse a casa". Somos adultos, sabemos que si se pasa la hora pues asumimos que no nos limpiarán la habitación... aunque, a juzgar por el estado en el que la encontramos (con olor putrefacto en el baño incluido), preferimos limpiarla nosotros mismos. Eso sí, el servicio de cortesía, con sus bolsitas de café, té, tetera y demás... es un extra que le da un encanto a la habitación. Acierto por su parte. Toda una experiencia superior, sin duda, por sólo 370GBP. Que sí, que es Londres y es caro... pero una cosa es eso y la otra es la dejadez. Bolsitas de te a parte, si fuese mi hotel, no podría ofrecer algo así sin que se me cayera la cara de vergüenza.