Se trata de un hotel a las afueras de Valence, en una zona poco vistosa. Pero si estas de paso, en pleno mes de verano, pues agradeces que tenga piscina. La atención del personal es muy correcta, en mi caso entiendo el francès, pero hablan inglés sin ningún problema ( del castellano olvídate). El restaurante del hotel tiene muy buenas críticas, si vas en pareja puede ser una buena opción, no era mi caso. La habitación limpia, amplia y luminosa. Tiene parking propio sin coste añadido ( esto es un plus). El desayuno correcto.