Hotel correcto. Muy bien ubicado, cerca de la playa, de las tiendas de grandes marcas, plaza Massana y bien comunicado. La habitacion amplia, espaciosa y comoda, aunque realmente esperabamos mas de un hotel Bestwestern. La recepcion moderna, reformada, las habitaciones una mezcla de antigua y algo de mobiliario no tan viejo, y asientos con tapiceria algo raida. Las puertas fatales. La de acceso a la habitacion, la cerradura funcionaba fatal, habia que darle un golpe fuerte para cerrarla. Lo explicamos en la recepcion, y en 3 dias no solucionaron nada. Alguna pared, con muestras de humedad. El lavabo, correcto, la ducha sin mampara, con una cortina horrorosa, bastante pequeña. El aire acondicionado enfriaba correctamente, pero hacia un ruido fatal, en las noches era un incordio.