Reservamos a través de rumbo para este hotel, que si bien está muy bien situado (Justo enfrente de la estación central Hauptbahnhof y delante de la última parada del Lufthansa Express) dejó mucho que desear. Las fotos de la habitación d la reserva nada tenían que ver con lo que se nos proporcionó:una habitación muy pequeña, las dos camitas separadas imposible de juntar de lo que pesaban, muy antiguo todo, eso sí, muy limpio. Mala protección solar de las cortinas (hace muchas horas de claridad en munich).Como positivo, había una pequeña máquina de aire acondicionado que funcionaba bastante bien. Estábamos en la 6 planta y eso nos salvó, porque justo debajo del hotel hay un pub en el que va gente un poco ruidosa y se escuchaba jaleo. Desayuno correcto por 9.50 (todo en Munich es caro) Para lo que costó por estar cerca del centro, fue una decepción, no lo recomendamos