Fuimos dos parejas al Oktoberfest y este era el hotel más cercano disponible al reservarlo con escasa antelación. El hotel es espectacular, con excelentes habitaciones, baño amplio, buena climatización y entorno muy bello. Desayuno excelente, tipo buffet, con mucha variedad, calidad y cantidad. Hubiera sido una experiencia inmejorable de no ser por un problema con las habitaciones, que no se resolvió estando a la altura de un hotel de tales calidades hasta que no nos enfadamos: Cogimos dos habitaciones dobles para el primer día y una triple para el segundo día, ya que una de las personas se iba. El segundo día, cuando llegamos al hotel a las 11pm, la tercera cama no se encontraba en la habitación. Nos sorprendimos cuando nos sugirieron montarla a esa hora (veníamos cansados de fiesta y no eran horas para montar una cama en la habitación). Un empleado entró en nuestra habitación sin previo aviso a montar una cama plegable a esas horas de la noche, sin informarnos mientras esperábamos una solución en el hall. Ante la tardanza en informarnos, subimos a la habitación y nos percatamos del percal: nuestro enfado fue inmenso: no habían atendido nuestra reserva de habitación triple (lo que era fallo del hotel) y la cama que pretendían montar apenas tenía un colchón de 10cm y no cabía en la habitación. Ante nuestra cara de desaprobación, el empleado salió de la habitación y nos informó de que nos darían sin coste una habitación extra para esa noche. Finalmente resolvieron el problema a la altura de la calidad que ofrecen y se paga, pero nos disgustó haber tenido que pasar por una espera de 1 hora tras venir de una fiesta, de noche, con la intromisión a nuestra intimidad que supone pasar a la habitación sin permiso, por no resolver desde el principio un problema que fue de ellos, y que desatendió una petición efectuada con mucha antelación y recordada de nuevo en el momento del check in.