Es un hotel con todo pequeño. La recepción pequeña, el comedor desayunos pequeño, las habitaciones minúsculas, tamaño celda de convento, 3 x 2,2. Si abría la maleta en la habitación no había sitio para moverse, las camas de de ancho 80 x 1,9. Como cosa curiosa, para dejar la maleta había una zona en lo alto del armario ropero, a ¡2 metros de altura!. Estuve 2 noches en este hotel y opino que la categoría de 3 estrellas superior le viene grande. En negativo: Lo indicado del tamaño, el lateral de la cama, estaban encajado, las lampara de leer en la cama no cumplían su objetivo ya que no daban casi luz y estaban muy altas para que cuando te metieras a la cama no las golpeases, el precio, entre 80 y 100€ la noche en habitación doble uso individual, que el ascensor no llega al 4º piso, del 3º al 4º hay que subir andando, el cuarto de consigna de maletas esta en el sótano, te abren la puerta y tienes que subir tu solo la maleta por una estrecha escalera. En positivo: El desayuno, 11€, es de calidad y el hotel estaba limpio. El personal, como los alemanes, serios y fríos de trato, pero eficaces en su trabajo.