Me alojé en este hotel durante unos días en Agosto por negocios . Es un hotel con encanto, muy cuidado. Está situado en una zona residencial, cerca del aeropuerto y alejado del centro (se puede ir en bus/metro). Las habitaciones están muy bien, muy luminosas con grandes ventanales. Los colchones cómodos, no así la almohada, aunque la verdad es que tampoco pedí otra. El baño no es muy amplio pero está bien. Hay tanto toallas como albornoz. En las habitaciones hay máquina para hacer tanto café como té. He leído opiniones en las que se comentaba que el wifi iba mal, en mí caso no tuve problemas. El desayuno de calidad, me gustó bastante. Me pareció curioso que en la zona de recepción tienen helados y fruta a disposición gratuita de los huéspedes. El personal del recepción muy amable. Y por último destacar que nos dieron un pase de transporte para los días que estuvimos en Hamburgo, lo cual es un detalle. En definitiva un hotel recomendable, con mucho encanto, pero alejado del centro.