Elegimos este hotel por su precio, como una solución de paso en nuestro viaje de San Francisco a Los Ángeles, y realmente nos sorprendió gratamente. La ubicación de este hotel, que es grande y está organizado en varios edificios, es conveniente. El hotel cuenta con un lobby amplio, con sillones para pasar un rato y frutas y café a disposición de los huéspedes. Además, en los espacios comunes hay una piscina y máquinas con hielo, snaks, golosinas y bebidas. El estacionamiento gratuito es grande y no resulta dificultoso encontrar dónde estacionar. Nuestra habitación, que estaba en la planta baja, se encontraba en buenas condiciones y muy limpia. Estaba equipada con cama Queen Size, televisor de pantalla plana, cafetera con todo lo necesario para preparar un café, heladera, secador de pelo, radio despertador, aire acondicionado y plancha. Todo estaba en perfectas condiciones y la velocidad del wifi fue muy buena. A diferencia de lo que sucede en otros hoteles de este estilo, aquí no escuchamos el ruido de las demás habitaciones, por lo que la calidad del sueño fue superior. En la tarifa está incluido el desayuno, que se sirve en un espacio que funciona arriba del lobby. El desayuno es muy completo, hay una máquina de café y se ofrecen productos de pastelería, waffles, frutas, cereales, salchichas, huevos, tostadas, mermelada, manteca y jugos. El personal es servicial, aunque la atención en el mostrador para el check in y el check out es un poco lenta.