Estuve a final del mes de junio-2017. Aunque no esta céntrico, ni en el casco antiguo, esta a unos 30 minutos andando de la plaza de la catedral, al otro lado del río. Esta en una zona nueva cerca de los rascacielos de Vilnius. La zona es amplia y tiene parking. Justo al lado hay un gran centro comercial y algún que otro bar, e incluso un local de striptease. Las habitaciones amplias, con moqueta no muy limpia y mobiliario anticuado y no muy bien conservado. Las camas incomodas. Tiene una TV plana con múltiples canales, lituanos, rusos, alemanes, polacos, algún italiano, algunos en ingles y NINGUNO en español. El mando a distancia de la TV no funcionaba. La wifi gratuita en la habitación tenia señal débil, aunque funcionaba. Dispone de cafetera en la habitacion para café/ te gratuito. También ofrece botellas de agua y algunas bebidas en el frigorífico, previo pago, algo subidas de precio. Hay una pequeña mesa con dos sillas. El armario, amplio ,ofrece servicio de lavandería. No tiene caja de seguridad. El baño, anticuado, limpio, con toallas suficientes y que cambiaron de un día a otro, pocas amenities, secador de pelo, espejo de aumento, secador de toallas y gel para la ducha y lavabo. El baño, con cortina de tela muy antigua, impropia de un hotel de 4 estrellas. Aunque eramos dos personas nos dieron una habitación de 3 camas, con un gran ventanal que no tiene persianas aunque si cortinas, pero que como amanece muy temprano la luz que se cuela por las rendijas te hace despertar muy temprano. El desayuno buffet, completo tanto de dulce como salado, zumos y algunas frutas con buena atención y rápida reposición. Las cenas algo repetitivas: los dos días una ensalada de primero y muy poca variedad para el segundo plato. Uno de los comedores el segundo día tenia mal olor. El servicio de camarer@s bueno y atento a lo que se le pide. Entienden casi todos lo elemental en ingles. El check-in muy rápido y bien organizado. Los ascensores muy pequeños lo que hace que sea casi imposible subir o bajar cuando se coincide con algún grupo. Las habitaciones no están bien insonorizadas aunque no hay ruido ni en pasillos ni en la calle, pero si de las habitaciones colindantes. Tiene aire acondicionado aunque no lo utilicé. Es un hotel que se puede usar para una corta visita a Vilnius si no importa la distancia al centro y catalogado con 4 estrellas cuando en realidad es un tres muy justito.