El hotel se encuentra en Scarborough, a las afueras de Toronto, para nosotros fue una buena opción porque íbamos a movernos y porque el fin de semana que estuvimos había varios eventos en Toronto y los precios eran altísimos y las opciones pocas. Calidad-precio está bien. Muy cerca de la salida de la autovía lo cual nos facilitó mucho nuestros desplazamientos. El tráfico de Toronto es una auténtica locura así que recomiendo moverse en tren/metro todo lo posible. Nosotros aparcamos en un centro comercial cercano sin ningún problema y desde ahí con algún transbordo fuimos hasta el centro de la ciudad. El hotel cuenta con piscina cubierta, jacuzzi y sauna con un horario amplio, abierto hasta las 22:00h, lo cual viene bien para relajarse después de andar mucho durante el día. El desayuno es correcto, dentro de lo habitual de la zona, muffins, waffles, cereales, bagels y alguna opción de huevo, salchichas, tés, zumos,... Lo que no me pareció bien es que una persona en nuestro grupo es cellisca, lo avisamos con antelación y no lo tuvieron en cuenta para ofrecerle alguna opción gluten-free. Pudo tomar algo por las opciones de huevo,... En la habitación se cuenta con microondas y un pequeño frigorífico, es cómoda, estaba limpia, la limpieza es diaria. El sofá cama estaba preparado solo tuvimos que abrirlo. Las camas de la habitación son 2 Queen size muy cómodas, contaba con un sólo ambiente con todo, escritorio, butaca, 2 camas y sofá cama pero para nosotros la estancia fue agradable El hotel cuenta con zona de parking en la entrada del hotel gratuita