Empezaré por el hotel: Llegamos y la recepcionista intenta hablarnos en castellano, le digo que yo hablo francés, que no pasa nada... y me dice que mejor, que no le gusta hablar castellano. la primera en la frente. El hotel necesita una remodelación urgente, porque las paredes son de papel y el pasillo parece el de El Resplandor. Mal. La cama era bastante cómoda, pero así como a todo el mundo le tocó una terraza considerable, a nosotros nos tocó una pequeña esquinita, a todas luces insuficiente. A la hora de desayunar, llegó lo peor de todo. Habíamos leído en un papel en la habitación que pagando un suplemento de 2€ se tenía derecho a zumo de naranja natural y otros conceptos de desayuno. Pido dos zumos de naranja naturales y me dice la camerera (rubia de pelo corto) con malos modales, que son 2€ más. Le digo que no hay problema y la cara se torna aún más agria. Se mete a la cocina y saca una exprimidora. Termina los zumos (de una naranja y gracias) y los pone en la barra. Lo veo y me levanto a recogerlos; acto seguido, ella los vuelve a coger y los lleva a la mesa, cruzándose conmigo y dejándome con el molde. En serio, dos euros por un zumo de naranja tan escaso es para echarse a llorar. Penoso. Y luego está lo del Spa, la publicidad engañosa y otras historias para no dormir: No me queda nada claro si es un spa con hotel, un hotel con spa o dos compañías separadas haciendo el negocio del siglo. Éramos conscientes de que para el Spa había que pagar y no tenemos queja alguna, pero tal y como venía la reserva del hotel, parecía que la piscina no precisaba pago alguno y que podríamos disfrutar de ello. Pues no, había que pagar un Forfait para ello. Nos dieron el de dos horas, a 25€ los dos en lugar de 28€, por ser clientes del hotel. Ya de por sí, nos parecía que estar dos horas al sol, que era lo que queríamos era un timo, pero que nos enterásemos a la salida de que había la posibilidad de pagar por todo el día 24€ cada uno, nos sentó a cuerno quemado. Mal, muy mal. Soy cliente de Best Western Rewards, categoría Platinum y creo que Best Western debería replantearse muy seriamente prestar su nombre a este hotel. Es el peor Best Western en el que he estado jamás. De hecho, es que la recepcionista no sabía ni cómo meter los puntos de la reserva a la tarjeta. Lamentable