Estuvimos una noche alojados en este hotel, una familia de 3 miembros. La habitación es un poquito justa de espacio, comparada con la media de los hoteles en América, pero como está muy bien decorada, no le dimos demasiada importancia. Nos gustaba mucho. Las zonas comunes son también muy agradables. Da gusto estar en un hotel tan bien cuidado. El personal de recepción fue de verdad cordial y amable. Lo que no nos gustó nada, fue el desayuno. Una carta pobre y excepto un yogur con cereales, los demás platos eran bastante parecidos, y muy lejos de lo que nosotros tomamos para desayunar. La chica que nos atendió, era correcta, pero nada más que esto. Un rock estridente era la música de fondo, y ni el desayuno de mi marido ni el mío, valían nada (por suerte mi hijo se quedó durmiendo). Mi tortilla no sabía a nada, y estaba tostada por fuera. La patatas no estaban buenas. Por supuesto es sólo una opinión, pero fue el punto negro de la estancia. Es un hotel que no es barato, y encima de aguantar ese desayuno, tener que pagarlo, y añadir el 15% de descuento para la obligada propina de una persona que sólo hacía su trabajo, nos resultó un poco molesto. (Encuentro vergonzosa la práctica del 15% dentro de los hoteles. Este es mi punto de vista). Si este hotel pusiera un buffet, sería fantástico. Podrían tener las dos opciones... Ahí queda mi propuesta ;)