Reservé este hotel de camino a Italia, es la escala perfecta, de paso visitas: Avignon, Arlés, St. Remy y otros lugares de la Provenza (Alpilles). El hotelito es cómodo, esta en un pueblo pequeño pero acogedor, tiene buena zona en el exterior(cerrada para aparcar), un jardín con piscina para tomar una copa o un café a mitad de tarde. la recepcionista hablaba perfectamente español, amable y simpatica. Las habitaciones limpias y cómodas , no grandes, acostumbrados a los hoteles españoles, pero bastante bien. Para los hoteles franceses, muy por encima de la media, relación calidad-precio buena