El hotel está en un antiguo chalet muy bonito, pero falta mantenimiento a todas luces. Estuvimos en la habitación nº 3, en el piso bajo. Las ventanas tienen unas bonitas vidrieras en la parte superior a las que faltaban varios cristales, esta habitación no se podrá utilizar en invierno! Una de las toallas que nos pusieron era muy vieja y estaba rota. Pagamos 90 euros, desayuno aparte. El desayuno es bueno, con productos de calidad y bien surtido.