Teníamos una reunión de trabajo en el hotel y me reservaron este hotel. Me comentaron que la reserva tenía alojamiento, cena en el restaurante del hotel y el desayuno incluído. Este hotel se oferta como un cuatro estrellas (****). El hotel está en un polígono industrial. Existe un complejo comercial con un burguer king, pizzerias y un KFC cerca, a 15 minutos andando por una zona mal iluminada que no invita a pasear y cuya sensación de seguridad es mínima. No hay otros restaurantes abiertos cerca con lo que lo único que queda es que el hotel tenga o un buen restaurante o un buen servicio de habitaciones. Bueno, la primera impresión del hotel es rara, La describía otro colaborador como una caja de zapatos puesta en medio del polígono y algo de campo por los alrededores. Y acierta con el comentario. La arquitectura no invita a entrar, es más parece ser un quiero y no puedo que decimos en español. La decoración interior es francamente nefasta. Una cosa es tener diferentes ambientes y otra mezclar muebles y aparejos rurales con sillones de skie, palos de golf, muebles antiguos restaurados y pintados en colores diferentes queriendo guardar una patina de antigüedad,... Hasta las puertas de las habitaciones tienen la apariencia de chapa metálica de aluminio sin recubrir. Techos técnicos que dejan ver parte de las canalizaciones y cableados y una sensación de espacio amplio de museo, nada acogedor para un hotel. La señorita de recepción me comenta que sólo me han reservado alojamiento, si quiero cenar o desayunar los costes son aparte. Le pido que lo confirme y así lo hace. Al día siguiente me enseñaron la reserva y SÍ tenía tanto la cena como el desayuno incluído con lo cual tuvieron que rehacer la factura que habían mandado a mi empresa. Pero el daño ya estaba hecho. La habitación era grande, con una cama amplia, un baño con bañera y ducha, un par de armarios y una mesa de trabajo. En el baño no había nada de los utensilios que usualmente se dejan peine, cepillo de dientes con pasta, pañuelos de papel,.... sólo estaba el jabón en unos dosificadores en la pared. Además la ducha goteaba y se había formado un pequeño charco. No goteaba mucho y no se oía. Espero que lo hayan subsanado porque se lo comenté a la recepción. Me tumbo en la cama y para mi asombro el colchón se hunde más en la parte derecha que la izquierda. Bueno, la cama es grande, yo me las puedo apañar, una pareja no. No hay servicio de habitación; no voy a poder pedir nada de comer en la habitación. Salir de paseo (no he alquilado coche) no me llena de gozo. El bar de la planta baja está cerrado (así me lo dijo la recepcionista). Procedo a abrir Tripadvisor y leer las últimas críticas del hotel y del restaurante. Tenía que haberlo hecho antes. Durante la noche hay un zumbido constante en la habitación que descubro que viene de una caja de registro. Es la caja que conecta la electricidad cuando insertas la tarjeta. En suma o bien dejas la habitación sin electricidad o tienes que soportar el zumbido contínuo. Un horror. Gracias a DIos llega la mañana y bajo a ver el desayuno. Son 15€ y antes de decidirme a pagarlos veo de qué se trata. Bollería industrial, algo de fruta, zumos de máquina, un poco de charcutería,... decido no desayunar en el hotel. Ya tomaré algo en el café de cortesía de la reunión. El hotel además tiene otras zonas como un piscina con su restaurante que están cerrados. Curioso ver sillas de plástico de jardín amontonadas en un lateral del hotel.