La fachada del hotel es linda , pintoresca y tiene su folklor, pero se trata de un edificio antiguo que fue remodelado y se escucha absolutamente todo lo que ocurre en las habitaciones lee al lado. De arriba y de abajo..se escucha hastia cuando caminan descalzos sobre tu techo. A pesar de que la cámara era muy cómoda y el cuarto tenía calefaccion suficiente para el clima invernal, no descanse nada bien por lo ruidoso que resultó el hotel.y tampoco es que los huespedes hayan sido gente ruidosa, sino que las paredes y la construcción son tan delgadas que resulta molesto. El interior del hotel no es la gran cosa,si era limpio, pero nada que sorprenda, excepto los sobres de café que se agradecen.el bar ubicado junto al hotel tiene buen ambiente sobre todo cuando hay partido de Hokey. La ventaja que le encuentro es la ubicación, pues está en la calle principal de Whitehorse. En mi caso ,regresaba de madrugada y la llave del hotel no funciono, en tipo de la recepción la deslizó para bloquearla, y continuo sin funcionar., me hizo bajar 3 veces al lobby antes de dignarse a subir personalmente a mi habitación a abrir con la llave maestra , además el elevador se descompuso.