Para quienes buscan silencio y trabquilidad, éste es el lugar ideal. Las señoritas de recepción son muy amables y brindan atención rápida ante cualquier cualquier pedido o pregunta. El hotel está a unas cuatro cuadras de una suerte de "strip mall", donde se puede encontrar algunas tiendas y restoranes. El camino a pie eso bastante pintoresco; y en auto es tmbén práctico, ya que nunca hay demasiado tráfico ¡Esto es Alaska!) Las habitaciones son amplias y no hay nada mejor que hospedarse en las que tienen ventanas hacia el lago Lucille. El desayuno buffet te está incluido en el precio, y puede llegar a ser un verdadero almuerzo. Abundan los bollos, avena, miel, leche y dulces Algo más: el hotel acepta mascotas, por lo que los amantes de los perros se sentirán como en casa. La mayoría de huéspedes son americanos (muchos del mismo Alaska) con sus huskies y otras razas de canes).