No hay mucho donde elegir en Sogndal, es un pequeño pueblo bien situado en un cruce interesante de carreteras. El hotel esta en todo el Centro, con parquin delante del mismo. La primera impresión es que no cuadra con un hotel de la Cadena Best Western. Parece un hotel familiar donde todo lo llevan 3 ó 4 personas. Pasillos enmoquetados, decoración recargada, habitación más bien pequeña, donde apenas te puedes mover entre la cama, la mesa, los sillones… cama grande y cómoda, el baño un poco anticuado pero limpio y correcto, vistas al fiordo. Las zonas comunes un poco anticuadas y recargadas de decoración. Lo que menos nos gustó fue el desayuno, poco sitio, escaso y con poca variedad.