En una ciudad ruidosa, en donde no hay mucho por hacer, este hotel es un oasis para descansar. Fue el último y el mejor hotel de todo Filipinas, así que fue un placer terminar nuestra estancia en el país allí. Además de ir a los ríos subterráneos, aprovechamos para descansar en un ambiente relajado, limpio y de calidad. PROs: - Hotel nuevo, limpio. - Habitación amplia. Nos tocó una con dos ventanales. - Amenities: te, café, agua de cortesía, pantuflas, y amenities de baño buenos. - Acceso: Cerquísima del aeropuerto, con transfer sin cargo. - Ubicación: Cerca del centro para ir caminando. Hay restaurants, tiendas, mercados, el paseo de la costa todo en las cercanías. También hay agencias de turismo cerca para contratar los tours (más barato que en el hotel) - Desayuno: Excelente. El mejor de todos estos días en Filipinas. - Restaurant: Si no tienen ganas de salir a comer, el restaurant del hotel no tiene muchas opciones pero es muy bueno. - La piscina es pequeña, pero está bien para relajarse. - Personal: amable - Internet: Funcionó bien en todo momento. CONs: - Piscina: Es pequeña y solo tiene dos reposeras. Luego hay un par de mesas con sillas. Por mucho menos de lo que pagamos en otras ciudades de Filipinas, obtuvimos un servicio completamente superior (a precio de un hotel de 2 estrellas). Volvería sin dudas!