El hotel es muy bonito pero tiene varias deficiencias; mi habitación tenía una pequeña cocina, que para mi desgracia emitía un olor a aceite frito relativamente intenso, menos mal que te acostumbras. Lo bueno de la habitación es que no se escuchaba nada de ruido. El baño es normal, ni bien ni mal, bastante grande. Dada la estructura del hotel, las habitaciones pueden quedar lejos. El desayuno muy bueno, tiene de todo y rico. Supongo que repetiré, pero porque no me quedará otra alternativa... Si fuera un viaje de ocio no volvería.