Las camas son muy cómodas, la habitación es grande, bonita, cómoda y muy limpia, y también lo es el baño, todo reformado. La ducha es enorme y muy cómodo. La tele es muy grande, hay una nevera, una cafetera y un microondas en la habitación. La conexión wifi funciona bien. Hay aparcamiento disponible. El desayuno es muy completo, hay una máquina para hacer gofres, huevos, bacon, bollería, pan, cereales, yogures, fruta... La atención de los empleados es estupenda, tanto Rocío en el desayuno como Roxy en la recepción, y todos los demás con los que tratamos. Hay enchufes por todas partes y cargadores usb en la pared también, es comodísimo para los viajeros. El aspecto del hotel es del típico motel de carretera, pero por dentro está totalmente renovado. Está justo al lado de la autopista por lo que es muy cómodo para visitar Los Angeles con coche. En los alrededores del hotel hay sitios para cenar.