He estado alojada en The Ceasar Hotel durante 40 noches y la experiencia ha sido realmente maravillosa. Tanto que, de retorno a mi país, siento que voy a extrañar mi estadía aquí. El hotel está inmejorablemente ubicado: a dos cuadras de Hyde Park y cerca de muchas paradas de ómnibus y estaciones de Underground. Uno puede trasladarse a cualquier zona de Londres desde el hotel sin ningún problema. La calle en la cual está situado el hotel es tranquila, sin mayores ruidos, por lo cual se puede dormir tranquila tanto de noche como de mañana temprano. Las instalaciones del hotel son modernas y limpias, lo mismo que las habitaciones, que aparte de ser lindas y cómodas, tienen servicio de limpieza diario. Los baños están impecables, y las sábanas y toallas siempre limpias, como inmaculadas. Tanto el servicio de bar como el desayuno son excelentes, variados y con opciones siempre deliciosas. No hay cómo equivocarse en la elección ya que todo está cuidadosamente elaborado y presentado, aparte de ser riquísimo. La relación calidad precio del hotel es inmejorable: quizás la mejor de todos los hoteles en los cuales me he alojado, tanto en Londres como en otras ciudades del mundo. Pero lo más destacable de The Caesar Hotel es, sin duda, la calidad humana de las personas que trabajan ahí (que, además, vale dejar constancia que en su mayoría hablan perfecto español). Desde los que lo reciben a uno diariamente en la recepción, como Ketty, Nicol, Federico, Nelson y Michael, hasta los encargados que no siempre se encuentran detrás del mostrador de la recepción pero hacen sentir su presencia a través de diferentes gestos que denotan una gran calidad hospitalaria, como es el caso de Rita (a quien le agradezco muy especialmente la atención que me proporcionó al darme una de las habitaciones más lindas del hotel) y Santiago por estar siempre dispuesto a atender mis consultas y necesidades durante mi estadía. Lo mismo con las personas encargadas del servicio de limpieza de las habitaciones: siempre amables y bien dispuestas para realizar la limpieza cuando a los huéspedes nos resulta más cómodo o conveniente. Por último quisiera destacar también en forma muy especial, la calidad humana y la hospitalidad de Ricky en el bar del hotel (recomiendo muy especialmente las hamburguesas de "halloumi" y la milanesa de pollo hecha con panko) y de las personas encargadas de servir el desayuno (que no puede ser más variado y rico). Florentina, Nela y Magda han hecho de mis desayunos durante mi estadía un verdadero deleite gracias a la calidad de su atención, tanto humana como profesional. En fin, recomiendo muy especialmente la estadía en The Caesar Hotel. En mi caso particular, seguro volveré a hospedarme aquí en mis próximas visitas a esta magnífica ciudad.