El Best Western® Le Relais de Laguiole Hotel & Spa le da la bienvenida y le invita a disfrutar de una cordial y relajada estancia gourmet. Disponibilidad y atención total son nuestros dos principales conceptos a la hora de atender a nuestros huéspedes. Durante su estancia podrá apreciar el acogedor entorno de nuestras habitaciones decoradas en dos estilos bien diferenciados: la madera evoca el calor de un auténtico albergue de montaña mientras que la decoración rememora los magníficos colores rurales. Descubra la comodidad de nuestras cómodas y espaciosas habitaciones, pruebe nuestra cocina de "Terroir" con varias especialidades de Aubrac y disfrute de nuestro balneario con piscina, Jacuzzi®, sauna y zona para tomar el sol. Si desea disfrutar de momentos de relajación de mayor intensidad, nuestro centro de tratamientos de belleza ofrece una gran variedad de tonificantes masajes, entre los que se incluyen de espalda, tratamientos con piedras calientes, tratamientos faciales y de hidroterapia. Este hotel goza de una céntrica ubicación en la conocida localidad de Laguiole, famosa por sus cuchillos y el punto de partida idóneo para descubrir, entre otros muchos lugares, la meseta de Aubrac y los pueblos de la ruta del Camino de Santiago, el Valle del Lot o la magnífica localidad de Conques, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Disfrute de su estancia en nuestro hotel.
Best Western
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"Regulín, regular"
No me pareció tan bueno como las opiniones que leí antes de ir acontece la región. Pedí una habitación con balcón. El balcón era pequeño, con vistas a un gran parking, y lo peor es que estaba pegado al de la vecina habitación sin apenas separación, de tal forma que daba apuro salir allí porque se veía todo y te veían todo. Es decir el balcón era inutilizable. Mejor no haberlo tenido. Me tocaron un par de días de canícula veraniega y no había aire acondicionado, pues se supone que en Laguiole siempre hace fresco o frío y que lo que se necesita es solamente calefacción. Al tener el balcón abierto por la noche no pude ni ver la televisión por miedo a molestar a los vecinos. La cama, eso sí, era muy cómoda, aunque tuve quitar el típico edredón y rehacer las sabanas al llegar. El restaurante me pareció caro y malo, con una carta escuálida, aunque la enunciación de los platos en el menú fuese muy rimbombante. Lo mejor fue el servicio, excelentes y simpáticas camareras. El baño con ducha a ras de suelo. La limpieza muy bien. El parking también muy bien. El precio excesivo, y más el del desayuno. Lo pensaré antes de volver.
"Perfecto"
Un hotel excelente con inmejorable relación calidad-precio. Amplia habitación, iluminada y tranquila con todos los detalles (albornoz, zapatillas, etc.) a un precio más que razonable. El personal del hotel es eficiente y amable, y el desayuno bufet correcto.