Me impresionó mucho el Garfield aunque es cierto que su ubicación no es el motivo por el que te quedas allí, en mi caso me hospedé allí porque celebrábamos una reunión familiar en el cercano Coatbridge. Conseguimos una oferta de cincuenta euros por cama y desayuno por una habitación individual, por ello, no esperaba demasiado para ser sincero, pero al ver la habitación me quedé sorprendido. Mi habitación era la número 24 cuya decoración era muy bonita. Había una cama doble (incluso pagando tarifa de individual) que era muy cómoda. Dormí como un bebe. La habitación no era enorme pero muy bien adornada. La habitación dispone de tetera y cafetera. No hay mini bar pero se puede conseguir agua en el bar. No tuvimos ningún problema con el desayuno, de hecho nos preguntaron enseguida y nos sirvieron rápidamente, aunque puede ser que fuera porque sólo éramos cinco en el comedor en aquel momento, de cualquier modo todo era agradable. Mi padre y mi tío pasaron dos noches y cenaron la primera noche que no fue realmente excepcional pero estaban contentos con todo lo demás.