Vaya por delante que nuestra estancia fue en una habitación especial pues dormimos cuatro personas por lo que nos dieron una de las grandes. Y efectivamente la habitación es espaciosa pero le falta alma. Es como si coges un espacio grande y le ponen las camas sin mayor interés, por lo que no destaca como acogedora. Además, lo mismo pasada con el baño que daba la sensación de haber sido unido a la habitación pero parecía un añadido externo. Por tanto, desde el punto de vista del espacio, perfecto, pues efectivamente era una habitación grande y espaciosa pero desde el punto de vista acogedor, muy lejos. Adicionalmente, la limpieza de las rejillas del A/A no era su fuerte como se puede ver en la foto adjunta. El personal es general bastante amable y un detalle importante. La entrada es por un lateral del edificio, como un callejón y la recepción está en la cuarta planta, lo que se hace extraño al principio.