Hotel bien situado, con muchos servicios cerca (restaurantes, bares, tiendas, supermercado...). Las habitaciones son grandes, y el baño también. La decoración es moderna. Pedimos una habitación de las grandes, para crear independencia con los hijos, y tuvimos mucho espacio (aunque fallaba el espacio del armario). Hotel tranquilo. No pudimos disfrutar de la terraza del hotel ya que estaba cerrada por obras. El aparcamiento, de pago, es espacioso. Una de las noches cenamos en el restaurante, y estuvo correcto aunque caro. No desayunamos en el hotel ningún día, ya que en la misma plaza hay cafeterías, bares... En un paseo se llega a la parte histórica, comercial... La ciudad vale mucho la pena, y acertamos con el hotel. Para repetir.