"Precioso hotel en un entorno idílico, cuando no llueve"
edugarcia, 09 Septembre 2010
Elegimos este hotel por estar cerca del colegio donde íbamos a dejar a nuestra hija, y resultó un acierto. El edificio es antiguo y con encanto, tiene un viñedo que cultivan y gran cantidad de sitio para aparcar, con la característica típica inglesa de tener infinidad de recovecos y habitaciones a varios niveles. La habitación amplia, con sitio para una cama de matrimonio y una cama adicional (cama-cama, no sofá-cama); los colchones cómodos y con almohadas de diferentes grosores, para elegir; el cuarto de baño con ducha muy funcional. Lástima de una buena persiana (o cortina tupida) para evitar que entre la luz por la ventana por las mañanas. El desayuno es bueno, sirven no sólo el desayuno inglés (judías blancas con champiñones, salchichas y puré), sino el continental, con gran variedad de zumos, cereales, yogur.... El restaurante/pub está bastante bien, las raciones de comida del "pub" son generosas y bien cocinadas