Best Western Hotel Le Montmartre Saint Pierre

El hotel no reúne los requisitos mínimos de habitabilidad: 1. Habitación pequeña. La cortina tapaba una de las minúsculas repisas que hacían las veces de mesillas de noche. 2. Una cama demasiado grande para el tamaño de la habitación, el colchón hundido, desgastado y en mal estado. 3. En nueve noches no nos cambiaron sabanas ni toallas. 4. La decoración horrible en una habitación tan pequeña el techo negro y la moqueta sucia y roja, incide en la sensación de agobio y falta de espacio. 5. El retrete en habitáculo aparte, no se podía cerrar la puerta porque tropezaba con las rodillas del usuario, muy desagradable el olor se extendía por toda la habitación. 6. La ducha súper deslizante, un peligro que solucione poniendo una toalla en le suelo de la ducha. 7. Olor a desagüe saliendo de las tuberías. 8. El ascensor del hotel solo apto para dos usuarios y las escaleras tan estrechas que no era posible cruzarse los huéspedes que subían con los que bajaban. Con la consiguiente incomodidad de tener que volver hasta un descansillo de la escalera para cruzarse. 9. La tarjeta llave de la habitación el 90% de las veces no funcionaba, teniendo que volver a recepción para reactivarla. 10. La zona de desayuno en un sótano minúsculo para el numero de usuarios y sin ventilación. Poca variedad de productos. (no lo use por esos motivos). En definitiva una estancia poco agradable.

El personal excelente, la mayoría hablaba o entendía español, muy atentos. El desayuno completo, rico. El único inconveniente es el tamaño de la habitación, viaje con mi hermano y fue muy incómodo, ni teníamos donde poner la ropa, la ducha era toda transparente, el baño demasiado pequeño, fue el único inconveniente, el resto muy bien.

El hotel en si, es un petit hotel, el personal es muy amable, aunque la limpieza es muy mejorable, esta limitrofe aMontmartre ,la estacion de metro mas cercana nos parecio peligrosa a la noche ya que hay mucha gente en la salida ofreciendo de todo y las calles de alrededor tienen mal ambiente y vagabundos

Fuimos en invierno. Tuvimos una buena atención del recepcionista, nos informo y nos oriento para llegar a los atractivos del barrio. Lugar calefaccionado. La habitación si bien no era grande muy acogedora y el diseño de la habitación para destacar. La ducha se regula por temperatura. Contaba con una cafetera y algunas capsulas. Se puede visitar el barrio a pie, tiene lugares muy buenos para comer. Hay una estación de tren a unas pocas cuadras. De noche no sentí tanta inseguridad de caminar, ya que suele tener algunas calles con poca luz. Y en la estación de tren suele haber mucha gente alrededor. El ascensor es muy chico. Un problema que suelen tener varios hoteles

Pasamos 3 noches, estábamos celebrando nuestro 10° aniversario de boda, al momento de hacer la reserva lo comentamos con recepción y tuvieron el detalle de darnos una habitación con vistas increíbles a Sacre Coure. El personal es amable y en especial la recepcionista Samantha que habla español nos hizo sentir muy comodos. Las habitaciones son pequeñas pero dentro de la media de los hoteles en Paris, bien decorada, camas comodas, tienes todo lo necesario en ella, caja fuerte, secador, gel de ducha, cafetera, café y te. La comida del desayuno está rica pero falta variedad ya que todos los días había lo mismo. La estación del metro está a 2 min caminando. Muy contentos sin duda lo recomiendo. El único contra que tuvimos fue que el ascensor se descompuso al 2 día pero en todo momento nos lo comunicaron y vimos como se preocuparon por solucionarlo lo antes posible.

Hemos estado un par de noches en el hotel, con un bebé, la habitación es muy pequeña, no hay lugar para una cuna ni casi para la maleta, no dispone de armario, tan solo un espacio con algunas perchas, pero este es el standard de la habitaciones en París. El baño bastante bien. Una pega enorme, la ventana, al ser en la primera planta e interior no da a ninguna parte, un hueco enano con un muro a 50 cm, eso sí, todo sucio y el espacio del suelo lleno de colillas, deberían cuidar mucho ese aspecto. Otro inconveniente es que siendo titular de la tarjeta Best Western Rewards no tienen ningún detalle en cuanto a upgrade en habitaciones, en todos los visitados anteriormente lo hemos tenido, pero bueno, son 2 noches..... El baño está bastante bien, la wifi se desconecta de vez en cuando, pero no es un inconveniente, dispone de caja fuerte, secador de pelo, de amenities va escaso la verdad, toallas mullidas e impecables. En cuanto a la situación, sabíamos perfectamente donde íbamos, el barrio es muy populoso y no es el mejor de París, pero no sientes inseguridad, recuerdo que íbamos con un bebé, lleno de comercios y, lo mejor sin duda, muy cerca de Sacrè Coeur y Montmartre. Lo dicho, perfecto si quieres alojarte en esta zona, con muy buena comunicación y restaurantes cercanos. Lo negativo? No cuidar a los clientes de su programa de fidelidad.

Buena estancia por lo general deberían mejorar la limpieza de las habitaciones y acabar con el mal olor que hay en ellas en ocasiones. El desayuno podría ser mucho más completo sobretodo el café y el zumo de naranja ( debería ser natural)

Llegamos a la hora prevista pero nuestra habitación no estaba aún preparada ya que un grupo grande se había marchado. No nos importaba esperar, es más la espera mereció la pena. Como este viaje había sido un gran regalo de cumpleaños mi marido pidió si nos podían alojar en una habitación con vistas al Sacre Coeur, ya que es mi monumento favorito en París y este hotel está muy cerquita. Samantha, que así se llama la recepcionista que nos atendió nos comunicó que nuestra habitación tendría vistas, pero nunca imaginamos que fueran tan bonitas. La habitación en el último piso, abuhardillada y con una ventana de la que no he podido despegarme mientras estaba en la habitación. Está todo muy limpio, hacen la habitación todos los días y nos ponen toallas limpias a diario. Hay champú y gel todo en uno dentro de la ducha. La ducha es muy buena, se regula por temperatura y tiene efecto lluvia. Muy relajante después de un día cansado. La cama un poco demasiado firme para mi gusto, pero he descansado muy bien. Dos almohadas para cada uno, caja fuerte, secador, gran tv con TVE internacional. Muy bien decorada, con mucho encanto. El buffet del desayuno pequeñito pero con todo lo necesario. Varios tipos de panes, cereales, mermeladas, nutella, miel, platos calientes, lácteos, fruta fresca, zumos, máquina de café (bastante buen café para ser de buffet)...muy bien en general. El trato del personal excelente. Todos muy simpáticos y trabajadores. Samantha en especial nos ha gustado mucho, habla castellano y es muy simpática, nos preparó una tarjeta de bienvenida y todo. La zona del hotel muy buena, bien conectada, muchos supermercados (justo abajo un Leader Price super barato) y tiendas. Hay paradas de metro cerca (recomendamos Anvers, ya que la parada de Barbès - Rochechouart da la sensación de inseguridad y hay mucho olor a cigarritos de la risa) y un poco más abajo de la puerta del hotel hay una parada del bús n°85 que lo cogimos cerca del Hôtel de Ville un día y otro cerca del Louvre. Por poner una pega, el ascensor es muy pequeño. Da un poco de claustrofobia, pero funciona maravillosamente, estando en un sexto piso te piensas lo de subir por las escaleras... En resumen, que nos encantaría repetir la estancia. De nuevo, muchísimas gracias por todo, Samantha!

Cuando hicimos el checkin la chica que nos atendió muy amable, no hablaba mucho el español pero hacía un esfuerzo por entendernos. La habitación pequeña pero acogedora, la cama cómoda así que dormimos a gusto. Muy interesante cómo está distribuido el baño. El barrio en general conectaba bien con las líneas, y al lado del sagrado corazón. Seguramente volveríamos. Lo malo: El wifi iba fatal, se conectaba y desconectaba todo el rato. El barrio sobretodo por la zona de Barbes Rochechouart daba un poco de miedo porque habían muchos hombres con pintas raras fuera de los establecimientos, crea desconfianza. En la televisión ningún canal en español, todo francés.

Me quede aquí con mi pareja durante una semana. La atención fue muy buena desde el primer día hasta el último, facilitándonos todo tipo de información. Las habitaciones están muy limpias y preparadas, aunque pequeñas, pero si vas a visitar la ciudad no necesitas más. Lo peor fue el buffet del desayuno que te daban la comida contada, un trozo de pan, un yogurt y poco más.... ponen que es buffet y te limitan los alimentos.

La atencion es buena. Las habitaciones son limpias, bieb decoradas, pero son pequeñas y un defecto es que sus espacios no estan bien distribuidos. Fui con una amiga, las dos llevamos valijas grandes, teniamos que dejarlas en la puerta del baño porque no entraba en ninguna parte y habia muy escaso espacio para movernos. No nos pusieron shampoo en el baño, si nos dejaron gorros para la ducha. El hotel está bien ubicado.

Nos hemos alojado en este hotel durante cuatro noches sin el más mínimo problema. El personal nos ha atendido con amabilidad y disposición en todo momento, ayudándonos y resolviendo nuestras preguntas. Además, todo estaba muy limpio y, un día que se les olvidó ponernos toallas limpias, enseguida nos las dieron. No hemos tenido ningún problema. La ubicación es muy buena. Hay diferentes medios de transporte que comunican tanto con el centro de París como con Versalles o Disneyland. El hotel se encuentra a 5 minutos de la subida al Sacre Coeur y a 20 del Moulin Rouge. También hay restaurantes, bares y locales donde comer o comprar comida. El único posible inconveniente es que el desayuno que se oferta es caro, 12€ por persona.

Nos alojamos en este hotel a principios de Diciembre. Esta situado a pocos metros del Mouling Rouge y de varias paradas de metro, bus y taxi. A su alrededor hay varios restaurantes y supermercados. Tanto a la llegada como a la salida la atención del personal fue buena, siempre muy correctos. Las habitaciones del hotel son de tamaño normal-pequeño pero como en cualquier hotel de ciudad para mi gusto el tamaño era más que suficiente ya que lo que busco es un lugar solo para descansar. Buena limpieza de las habitaciones todos los días con su respectivo cambio de toallas. Ducha abierta.

La habitación está bien decorada, está todo integrado, sin embargo si vienes con una maleta grande tienes que decidir si se queda tu maleta en la habitación o tú. La cama es cómoda El wifi va muy mal por no decir que no va. Lo comenté en recepción pero no me hicieron caso. El recibimiento fue bueno, el check in muy lento. El ascensor pasa como con la maleta o entras tú o entra la maleta , extremadamente pequeño. Las luces del lavabo no funcionaban. Limpieza de la habitación buena. La presión del agua es ridícula , la ducha tienes que hacer malabarismos porque tb es muy pequeña. Jabón para el aseo, muy justo.

Muy buena opción si vas a conocer Paris. La verdad que es un buen hotel seguro bien ubicado a pocas cuadras de Moulin y cerquita de estacion de tren y metro. la zona es buena de noche cerca de una Mac Donalds y de sacre Ciur

Un hotel en el barrio de montmartre que para el precio la verdad es que no estaba demasiado bien. La cama era pequeña, el baño no tenia separación y olía a cañería. El ascensor era pequeño, único e incómodo. Varias veces tuvimos que esperar a que el servicio de limpieza lo dejara libre, eatabamos en la sexta planta. Nos pusieron una botellita de agua el primer día y el resto de días nada. No repetiriamos. Lo único bueno las vistas desde la ventana.

El hotel esta bien, la entrada es pequeña, pero la situacion buena. La habitacion estaba limpia y era bonita. Cafe incluido todo el dia en el hall. Nos regalaron huevos de pascua de chocolate. Me hubiese gustado una habitación con vistas al Sacre Coeur y, aunque lo solicité en la reserva y dijeron que harian lo posible, nuestra habitacion era interior. Eso si, seguro que mucho mas silenciosa que la que tenia vistas.

Es accesible en cuanto a la calidad, está bien ubicada en la ciudad. Las habitaciones no son "tremendas" pero si limpias, que es lo mas importante. El personal es amable. Las habitaciones tienen lindas ventanitas como de "altillo" donde entra buena luz natural. Hay cosas para arreglar. Dentro de todo está bastante bien, hay cosas para mejor claro.

la relacion calidad-precio esta bastante bien. El servicio es atento y amable y las habitaciones decentes (tampoco es para tirar cohetes, pero son resultonas). Ideal para estancias cortas , de pocos días

Para un presupuesto medio-bajo en una ciudad como París, creo que es una buena opción. El hotel ha reformado sus habitaciones y se encuentra todo con decoración bastante actual y nuevo. A pesar de ser algo pequeñas te sobra si vas realmente a disfrutar de la ciudad más que de la habitación. En cuanto a la situación, en mi opinión es bastante buena porque estás al lado de un barrio muy turístico como es Montmartre y te queda muy cerda del Sacre Coeur, Moulin Rouge, Barrio de los pintores... Para visitar el resto de zonas turísticas tienes dos estaciones de metro muy cerca y muy bien comunicadas con los destinos a visitar. Aparentemente es un barrio que de noche puede dar algo de respeto pero nosotros no tuvimos ningún problema ya que en mi caso prefiero madrugar para disfrutar del día que alargar hasta altas horas de la noche. En términos generales, me fui con buena opinión.

La habitación por fotos se ve muy linda pero al estar te das cuenta que la distribución no es buena con el baño abierto y un cubiculo para el inodoro mas chico imposible. Si es en familia peor seria la situación. Tampoco hay Frigo bar ni caja fuerte pero lo peor es la zona, ubicada en un distrito o barrio con inseguridad, suciedad y lejos de todos los lugares turísticos importantes. Zona de muchos robos, en lo que va de mi estancia que van 2 días ya vimos 2 sumado a la gente alcoholizada peleándose y pateando las puertas