Esta estancia no ha sido ni mucho menos positiva, desde el cargo completo de la estancia durante el check-in, jamás me había encontrado nada parecido. Normalmente el 99% de los hoteles con cierta categoría unicamente bloquean. Y más aun, otro porcentaje adicional que sí bloquean. Con estas técnicas si pretenden fidelizar a clientes que viajan por negocios no creo que les vaya especialmente bien. Creo que lo hacen más difícil de lo qué es. Por otro lado, el tema de la renovación no ayuda nada a llevarse una mínima buena impresión, al contrario, solo falta la señal de usar el casco mientras caminas por los pasillos mientras los operarios levantan el suelo, cablean el suelo o taladran ... Si no se es capaz de dar un mínimo servicio creo que es mejor cerrar parte del hotel y que los huéspedes no se encuentren con esto. Al sorprenderme por el ruido durante el check-in me dijeron que estaba avisado en la web, en mi caso como supongo que en otros tantos deberían avisar a las agencias que gestionan estos trámites. El sistema de calefacción central funciona por horas, es decir "no decides tú cuando tienes frío ni cuando calor". El plan B del hotel para esto es suministrarte un calefactor barato que da más frío que calor, junto con un ventilador también disponible en la habitación. El desayuno justo pero correcto, y en cuanto a la conexion Wifi, también un poco justa. La única cosa positiva y que quiero recalcar del hotel fue el personal, atento y agradable. Resumen, no creo que vuelva por el momento ni lo recomendaré a mis conocidos que viajen a Oxford. Por desgracia esta experiencia no ha sido nada positiva...quizá en unos años cuando la renovación acabe... Y para colmo, ni siquiera esta cerca del centro...se puede llegar andando pero se hace largo.