La habitación y el baño estaban limpios, los espacios eran adecuados. Sólo cuenta con una pequeña piscina al aire libre, que está bien ubicada, no tiene sala de ejercicios o lavandería y el internet era un poco lento. No sé si sería por los días libres, pero cerca del hotel casi no vimos comercio, para cenar, tuvimos que ir en auto. El desayuno estaba bien, pero falló el que pusieran margarina en vez de mantequilla; nos llamó la atención que, para entrar a la habitación del desayuno, hubiese que poner la tarjeta de la puerta. El piso de la habitación crujía en algunas partes, al caminar sobre ellas. Las puertas de las habitaciones chirriaban cuando se abrían y la aislación era mala: se escuchaban ruidos molestos de otras habitaciones. Durante la noche, se sintió mucha bulla.